jueves, 12 de noviembre de 2009

ALCALA DE HENARES. (MIS VIAJES POR ESPAÑA)

Un día de asueto, tranquilo y sin prisas en Alcalá de Henares es algo que ningún mortal con un mínimo de sensibilidad debiera perdérselo. Pasear por la ciudad saboreando todos y cada uno de los muchos rincones que te ofrece, es un auténtico lujo, un lujo verdaderamente extraordinario para todo aquel que viva en Madrid o este de paso en la "Villa y Corte". Aunque solo sea por la cercanía, me refiero a los que viven en la capital de España, y por la justa y merecida fama que tiene, uno no debe perder la oportunidad de acercarse a visitar tan magna y extraordinaria ciudad. El ejemplo nos lo dan aquellos que se desplazan desde los últimos confines del planeta para rendirle homenaje y ver con sus propios ojos el lugar donde nació Don Miguel de Cervantes Saavedra, al tiempo que se embriagan del arte y de la historia viva de una ciudad tan singular y bella como esta. Les aseguro que nadie se lamentará del desplazamiento. Me agradecerán la sugerencia, sin duda alguna.
La urbe como tal nace en el siglo I a. de C. y alcanza un notable esplendor desde el siglo III d. de C., manteniendo estable su fama hasta el final del Imperio Romano en el siglo V. La ciudad que aprovechó un asentamiento celtibérico en sus inicios toma entonces el nombre de "Complutum" el cual según se desprende de los yacimientos arqueológicos le viene dado por las ruinas de la Casa de Hippolytus que fue realmente una escuela, (schola), donde las clases pudientes llevaban a sus hijos para que recibieran una buena formación tanto cultural como lúdica y religiosa. Allí podemos decir que se forjó la Universidad de Alcalá de Henares. Aunque si ahondamos en terrenos de erudición, hay quién asegura que "Complutum" viene del verbo latino "compluere", que significa "confluir", o posiblemente del término "compluo", cuya traducción sería "confluencia de aguas", nombre en mi opinión muy apropiado ya que en Alcalá de Henares confluyen los ríos Henares, Torote y Camarmilla.
A principios del siglo V con las invasiones bárbaras y posteriormente con el asentamiento de los godos en la península ibérica, curiosamente la ciudad sufre muy pocas transformaciones, es más mantiene incluso el nombre de Complutum y son precisamente los visigodos los que mejor aprovechan sus estructuras como ciudad, su condición de centro escolástico y sus avanzadas vías de comunicación.
Con la llegada de los árabes en el siglo VIII, la ciudad toma el nombre de "al qalat", que significa "castillo sobre el río Henares", por eso en el escudo de la ciudad aparece un castillo sobre unas aguas que simulan al río Henares. Fundamentalmente al principio de la dominación musulmana es cuando Alcalá de Henares adquiere importancia estratégica como punto de vigilancia y defensa de las incursiones de los reinos cristianos del norte en su afán reconquistador, hasta el año 1.118 que es rendida la plaza ante las tropas del arzobispo de Toledo, Don Bernardo de Sedirac. A partir de ese momento Alcalá de Henares gozaría de importantes privilegios e incluso Feria, siendo habitada pacíficamente tanto por cristianos como por judíos y musulmanes.
Pero es a partir de finales del siglo XV, concretamente en el año 1.499 cuando el Cardenal Cisneros funda la Universidad convirtiéndola en uno de los centros académicos más importantes de España, alcanzando su mayor esplendor entre lo siglos XVI y XIX, hasta que en el año 1.836 es trasladada a Madrid cambiando su nombre por el de Universidad de Madrid, que con el paso del tiempo pasó a llamarse en la década de los setenta del siglo XX, "Universidad Complutense de Madrid". Por sus aulas pasaron los maestros y alumnos más ilustres del Siglo de Oro español, es decir que la Universidad alcalaína alcanza el mayor apogeo de la cultura española en el período comprendido entre el año 1.492 en que se publica la Gramática de Lebrija, hasta la muerte de Calderón de la Barca en 1.681; aunque es de justicia reconocer que Alcalá de Henares como centro universitario fue cuna de sabiduría tanto en el campo de las Ciencias como en el de las Letras, como prueban insignes personajes como: Lebrija, Quevedo, Lope de Vega, Calderón de la Barca, Tirso de Molina, San Juan de la Cruz, Jovellanos, el Cardenal Mazarino, San Ignacio de Loyola y un largo etcétera de muchos más que dejaron huella de su magisterio en las aulas y al mismo tiempo prestigiaron y dieron brillo a este centro docente hasta convertirlo en lo que fue, uno de los más importantes de su momento histórico.
Desde que se traspasa la Puerta de Madrid, que así se denomina un arco del siglo XVIII obra del arquitecto Antonio Juana Jordán, en mi opinión de muy escaso valor artístico y arquitectónico uno puede decir que ya está dentro de la ciudad de Alcalá de Henares, metido de lleno en el casco antiguo que tan gratas sorpresas encierra y que se muestra insultantemente abierto a los ojos del visitante.
Tomo la calle Cardenal Cisneros hasta la Plaza de los Santos Niños y aquí me encuentro con la Santa e Insigne Catedral Magistral de los Santos Justo y Pastor, la única iglesia en el mundo junto con la de San Pedro en Lovaina (Bélgica), que posee el título de Magistral, debido a que durante siglos todos los canónigos debían ser doctores en Teología e impartir clases en la Universidad. Buena medida esta, si señor, aparte de alabar a Dios impartir enseñanza, mejor nos hubiera ido a todos si la iglesia durante siglos hubiera adoptado esta postura y no se hubiera metido donde no la llaman.
La fachada occidental es de estilo gótico florido y la torre del más puro estilo renacentista, que sin lugar a dudas es lo más interesante que nos ofrece el exterior de esta catedral, aunque a fuer de ser justo y sincero, en mi opinión el exterior de este templo arquitectónicamente es un tanto anodino, y por mucho que el Cardenal Cisneros lo hubiese pretendido, que fue el que acometió con más interés la reconstrucción del mismo, no consiguió el objetivo de darle el énfasis y la prestancia artística que deseaba para él. El interior es un poco más interesante, aunque tampoco es nada del otro mundo. Planta de cruz latina con tres naves y girola.



Por la ejecución de las bóvedas y los soportes se puede apreciar el estilo gótico isabelino propio de la época, lo cual le dan un cierto empaque a todo el conjunto interior.




Entro en la Calle Mayor, una calle porticada llena de encanto y al llegar a la esquina de la calle Imagen, me encuentro con la que fue casa natal de Don Miguel de Cervantes hoy convertida en museo donde se pueden apreciar una de las mejores colecciones que se han editado de El Quijote.




Frente a la misma un monumento de Don Quijote y Sancho Panza sentados en un banco, invitan al visitante a acompañarles en su poética y literaria soledad. En la misma calle un poco más adelante a mano derecha, la Plaza de los Irlandeses, donde el Colegio que un día albergó a estudiantes de aquel país con el nombre de Colegio Menor San Patricio, hoy es un importante centro académico de intercambio estudiantil. La plaza es uno de los rincones más recoletos de Alcalá de Henares, donde se agradece y se disfruta de un descanso en las terrazas de bares y cafeterías que allí se han instalado y que no desentonan nada con el conjunto imperante. Lejos del ruidoso ajetreo de los coches, el ambiente en si obliga de alguna forma a no hacer ruido y a un silencio moderado, así como a mantener un gran respeto por el entorno que te rodea.
La Calle Mayor desemboca en la Plaza de Cervantes, que en su día se la conoció como la Plaza del Mercado, ya que en ella se celebraban todos los acontecimientos sociales y festivos de la ciudad.




Hoy esta plaza está ajardinada con buen gusto y en ella como monumentos más importantes destacan la escultura de Don Miguel de Cervantes y el esbelto Quiosco de la Música.
En esta plaza también se encuentra el Corral de Comedias, del que se dice que es el teatro más antiguo de Europa en funcionamiento. Fue restaurado gracias a la encomiable labor de Mercedes Higuera, Miguel Angel Coso y Juan Sanz, que en los años setenta y ochenta lucharon denodadamente para evitar que el local fuera derribado. Mi mejor recuerdo y mi particular agradecimiento para ellos así como para el arquitecto José María Pérez González que el fue el que llevó a cabo una restauración en la que se conjuga perfectamente la estética y el armonioso sabor de lo clásico con las enormes ventajas de la modernidad. ¡Un éxito total y en toda regla!.
Un poco más adelante está situado el edificio del Ayuntamiento de Alcalá de Henares, de esbelta y graciosa arquitectura y poco más. Me hubiera gustado encontrar en él alguna singularidad, pero lo cierto es que por más que lo intenté no fui capaz de descubrir nada que me impresionara. Bueno pero tampoco está mal y lo que es mejor no desentona con el entorno, que no es poco.
Al otro lado de la Plaza de Cervantes, es interesante visitar la Capilla de Antezana y del Oidor, que se comunican a través de un arco mudéjar de bella factura, y enfrente totalmente separada, la Torre. Todo este conjunto monumental en su día formaron parte de la iglesia de Santa María la Mayor. Las dependencias se dividen en dos partes, en una se exponen los grabados de El Quijote y en la otra la pila bautismal en la que supuestamente fue bautizado Cervantes. Realmente no se de donde viene el nombre de "oidor", con el que se denomina la capilla, supongo que cuando visitas este lugar donde se proyecta y se narra la vida de Cervantes, uno es realmente un "oidor", que escucha con sumo interés todo lo que allí se dice sobre la historia del ilustre alcalaíno. Posiblemente exista otra teoría sobre el nombre de la capilla, pero la verdad es que yo la desconozco y por eso sugiero como válida la que anteriormente he expuesto. Hoy todo el conjunto está dedicado a Centro de Interpretación Los Universos de Cervantes. El lugar es de lo más interesante y está perfectamente atendido por un personal solicito que en todo momento te facilita y aclara cualquier duda sobre todo lo que allí se expone y explica.
Un paseo por la Calle de los Colegios en la que se pueden ver todavía restos de los 27 colegios de estudiantes que en su día tuvo Alcalá de Henares, unos todavía en funcionamiento, otros adaptados como dependencias universitarias, otros transformados en viviendas, alguno abandonado o desaparecido y uno de los más importantes como fue el de los Dominicos de Santo Tomás de Aquino transformado en centro hotelero de la red de Paradores Nacionales.
Me dirijo ahora a la Calle Libreros, que comienza en la Plaza de Cervantes donde acaba la Calle Mayor, y en el nº 11 de la misma, una placa conmemora la obra de Cervantes, La Galatea, que se editó en una imprenta que estuvo ubicada en este mismo lugar. Un poco más adelante, concretamente en el nº 23, el Instituto Cervantes, lo que antiguamente fue el Colegio del Rey y que hoy es una institución pública que tiene como misión fundamental la promoción y la enseñanza de la lengua española en el mundo.
He dejado para el final la visita a uno de los centros más importantes del mundo en lo que a la difusión de cultura y el conocimiento se refiere, la Universidad Complutense de Alcalá de Henares, una Universidad que desde su aprobación en el año 1.499 por una Bula del Papa Alejandro VI, a instancias del Cardenal Cisneros, abrió sus puertas como tal en el año 1.508 como un proyecto educativo extraordinariamente novedoso para aquella época, y que gracias a él se hizo posible nuestro Siglo de Oro.
Lo que antaño era el Colegio Mayor de San Ildefonso situado en la Plaza de San Diego, fue el origen de la Universidad alcalaína y es el principal edificio universitario donde se encuentra el Rectorado y el Paraninfo. La fachada es posiblemente una de las mejores obras del Renacimiento español, cuya autoría es de Rodrigo Gil de Hontañón, y el Paraninfo lugar de entrega de los Premios Cervantes anuales, son sin lugar a dudas lo más significativo de este extraordinario edificio, donde dejaron la impronta de su sabiduría Quevedo, Lope de Vega, Calderón de la Barca, Tirso de Molina y San Juan de la Cruz, que iluminaron con sus plumas desde este centro el más importante y excelso elenco literario del universo.
En Alcalá de Henares nacieron muchos personajes ilustres, nombres insignes que jalonan la reputada historia de esta ciudad universitaria, sin duda una de las más emblemáticas y prestigiosas que ha difundido profusamente el conocimiento de las Ciencias y las Letras a los cuatro puntos cardinales del planeta. Se podría citar un número ingente, todos ellos merecedores de un respetuoso e inmortal recuerdo, pero solamente voy a citar cuatro oriundos y que en mi opinión han sido realmente trascendentales y famosos: Don Miguel de Cervantes, Juan Ruiz el Arcipreste de Hita, Manuel Azaña y Catalina de Aragón reina de Inglaterra, casada con el rey Enrique VIII.
Se que me han quedado muchas cosas por ver en Alcalá de Henares, ermitas, palacios, museos, conventos, colegios y un sinfín de rincones que solo ciudades como esta con tanta tradición universitaria te pueden ofrecer. Lo dejo premeditadamente para otra ocasión, lo cual me obligará con sumo gusto a pasearme de nuevo por sus calles cargadas de historia, historia viva de una ciudad pujante que brilla con luz propia y con un fulgor similar al de siglos atrás al instaurar el prestigioso Premio Cervantes de Literatura en lengua española que desde el año 1.976 se ha entregado ininterrumpidamente todos los 23 de Abril en el Paraninfo de la Universidad, por mediación de los Reyes de España, a todos aquellos que a propuesta de las Academias de la Lengua de habla hispánica se considere que hayan sido merecedores de él. Desde el primero en recibirlo en 1.976, Jorge Guillén, pasando por Roa Bastos, Gonzalo Torrente Ballester, Octavio Paz, José Luís Borges, Francisco Ayala, Camilo José Cela, Miguel Delibes, Mario Vargas Llosa, Francisco Umbral, hasta el último Juan Marsé, un largo y brillante etcétera de insignes nombres de las letras han recibido este galardón, una distinción que hoy posiblemente sea la más importante que se entrega en el mundo como premio a la producción literaria en nuestro idioma.
Por: LUIS YAÑEZ ABELAIRA.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es muy interesante lo que dices sobre la Magistral y sobre la Iglesia en general. Me apunto tus notas.