Soria capital de provincia, perteneciente a la Comunidad Autónoma de Castilla y León, la de los "Doce linajes" que comprometía a los reyes de Castilla la entrega de "cien pares de armas y escudos" a los "Caballeros de Soria", privilegio concedido por el rey Alfonso VIII. Situada geográficamente en el Alto Duero. Entra de lleno en la historia en la época de la dominación romana, aunque algunos historiadores afirman que su nombre deriva de un capitán griego llamado Dórico que al mando de un contingente de soldados se asentó en este lugar fundando la ciudad con el nombre de "Oria", lo cual nos llevaría a la conclusión de que Soria fue fundada por los "dorios", tribu griega oriunda de la región del Peloponeso, aproximadamente en el año 1200 antes de Cristo.
En el extraordinario marco de la Concatedral de San Pedro de Soria, la decimoquinta edición de las Edades del Hombre abrió sus puertas el día 12 de Mayo del actual año 2009, y las mantendrá abiertas hasta el mes de Diciembre. Esta edición se la denomina y titula muy acertadamente "Paisaje interior".
Se dice que esta puede ser la última edición de las Edades del Hombre, lo cual sería verdaderamente imperdonable. La brillante idea que un día tuvo el sacerdote D. José Velicia allá por el año 1.988 para llevar a cabo esta exposición temática sobre el arte sacro, no puede ni debe desaparecer, sería imperdonable. El que fue motor, "alma mater" y Comisario General de todas las ediciones hasta su muerte en 1.997, no nos lo perdonaría jamás. Aparte de que todavía quedan otros muchos lugares en la Comunidad Autónoma de Castilla y León, interesantes para albergar otras ediciones, (Aranda de Duero, Sahagún, Santa María de Huerta, Carrión de los Condes, Villafranca del Bierzo, etc.), también podría hacerse extensiva a otras Comunidades copiando la idea original y acercando a todo el que lo desee la posibilidad de admirar la gran cantidad de arte sacro que tenemos en España fundamentalmente en manos de la iglesia. Maestros de la pintura, de la talla, de la orfebrería, de la imaginería, del bordado con hilo de oro, de la fundición y de la construcción se deben acercar al ciudadano para que se sensibilice con estas expresiones artísticas.
Creo interesante recordar para que jamás se olviden, las ediciones anteriores a la de Soria, así como la ciudad en la que se celebró, el año y su denominación:
Edición: I. (1988/1989)
Catedral de Nuestra Señora de la Asunción. (Valladolid).
"El arte en la iglesia de Castilla y León".
Edición: II. (1990)
Catedral de Santa María. (Burgos).
"Libros y documentos de la iglesia de Castilla y León".
Edición: III. (1991)
Catedral de Santa María de Regla. (León).
"La música en la iglesia de Castilla y León".
Edición: IV. (1993/1994)
Catedral Vieja de Santa Maria y catedral Nueva de la Asunción. (Salamanca).
"El contrapunto y su morada".
Edición: V. (1995)
Catedral de Nuestra Señora. (Amberes - Bélgica).
"Flandes y Castilla y León".
Edición: VI. (1997)
Catedral de la Asunción. (El Burgo de Osma - Soria).
"La ciudad de seis pisos".
Edición: VII. (1999)
Catedral de San Antolín. (Palencia).
"Memoria y esplendores".
Edición: VIII. (2000)
Catedral de Santa María. (Astorga - León).
"Encrucijadas".
Edición: IX. (2001)
Catedral de El Salvador. (Zamora)
"Remembranza".
Edición: X. (2002)
Catedral de San Juan el Divino. (Nueva York - EE.UU.).
"Time to Hope".
Edición: XI. (2003)
Catedral de Santa María. (Segovia).
"El árbol de la vida".
Edición: XII. (2004)
Catedral de El Salvador. (Avila).
"Testigos".
Edición: Fuera del ciclo de las Edades del Hombre. (2005).
Catedral de la Almudena. (Madrid).
"Inmaculada".
Edición: XIII. (2006)
Catedral de Santa María. (Ciudad Rodrigo - Salamanca).
"Kyrios".
Edición: XIV. (2007)
Basílica de la Encina. (Ponferrada - León).
"Yo, Camino"
Edición: XV. (2009)
Concatedral de San Pedro. (Soria).
"Paisaje interior".
***********************************************************
Mientras quede un resquicio de sensatez y cordura en las mentes de los responsables de la cultura de este país, su obligación, y digo bien su obligación, es tomar el testigo y proseguir la iniciativa de aquellos que antes asumieron esta responsabilidad, siguiendo el camino que nos marcaron. Que no nos cuenten historias ni extrañas "milongas" diciendo que no hay dinero para estas cosas, sería una falacia, una mentira y una gran falsedad. Si hay fondos para cualquier propuesta pseudocultual de "tres al cuarto", ¿como no va haberlos para una idea tan genial, extraordinaria y brillante como las Edades del Hombre?.
Me desgañito y se me retuerce hasta el alma solo en pensar que con la edición de Soria se acaben para siempre las Edades del Hombre. No lo entiendo, por mas que lo intento no llego a comprender que algo tan serio y tan relevante como esta idea, que tomó forma hace ahora veintiún años, se deje de celebrar por falta de presupuesto o que nos digan que no hay personas capaces de poner en marcha toda la complejidad que este tipo de eventos conlleva. ¡No puedo creerlo, me parece imposible!. ¿Como no va haber gente capacitada y suficientemente profesional para organizar, controlar y hacer que funcionen estas actividades?.
Reconozco que soy un verdadero "forofo" de esta clase de acontecimientos y exposiciones, pero también es bien cierto que en todas las ediciones que he visitado, que han sido concretamente trece, he visto personas que en un principio no parecían estar muy interesadas, pero a medida que iban avanzando y escuchando a los guías o a meros acompañantes que les explicaban con mas o menos profundidad lo que allí se exponía, su semblante se iba transformando y se les veía con verdadero interés seguir los comentarios y explicaciones de los expertos.
¡¡Por favor, seamos de una vez por todas un país serio y no tiremos por la borda algo tan importante como las Edades del Hombre!; algo que ha costado tantos años y tantos desvelos su implantación, y que por su enorme categoría ha trascendido allende nuestras fronteras como uno de los más importantes motivos turísticos y culturales, que nos ha traído millones de visitantes, y que ahora tenga que desaparecer por falta de previsión y de solvencia!!. ¡Que barbaridad!.
No quiero caer en "chauvinismo", pero este tipo de exposiciones ningún otro país podría llevarlas a cabo, precisamente por que no tienen ni la cantidad ni la calidad de arte sacro tan variado como el que atesoramos en España, si lo tuvieran ¿creen que no hubiesen copiado ya la idea?, seguro que si, por eso tenemos que aprovechar esta oportunidad única de ir por delante de los demás y no perder como en otras muchas ocasiones el tren de la historia.
Bueno vayamos a la cuestión de nuestra visita, que es lo que me motivó a escribir estas páginas, después eso si de haber reiterado por activa y por pasiva mi súplica y mi angustioso llamamiento a quien proceda para que sigamos disfrutando los años venideros de nuevas ediciones de esta magna exposición itinerante de arte sacro, que acertadamente su promotor inicial tuvo la visión de denominar como las Edades del Hombre.
Mis amigos Marta y Ramón, mi esposa María Teresa y yo, decidimos visitar la decimoquinta edición de las Edades del Hombre en Soria el sábado día 20 de Junio del 2009.
Llegamos a Soria sobre las 11,30 de la mañana, aparcamos en el centro de la ciudad con el fin de pasearla y pisar esas venerables piedras que anteriormente hollaron Gustavo Adolfo Bécquer, Antonio Machado, Gerardo Diego y otros muchos insignes personajes que transmitieron sus pensamientos con la palabra y que también un día plasmaron con sus plumas en blanco papel las más bellas rimas poéticas que el hombre haya podido componer, como si de una sinfonía musical se tratara.
Callejeando por calles peatonales celosamente cuidadas llegamos a la Concatedral de San Pedro, joya de la arquitectura románica y con verdadera avidez entramos a visitar y observar en detalle todo aquello que consideramos de interés en esta edición titulada "Paisaje interior". Mas de dos horas y media duró la visita y al final el cansancio y el apetito empiezan aparecer y hacer mella en mis acompañantes. Procuro escabullirme entre las distintas salas cargadas de arte tratando de alargar la visita un poco mas, al final no me queda mas remedio que ceder ante la presión de la mayoría y damos por finalizada la visita.
No quiero dejar pasar esta ocasión sin reseñar algunas de las obras que a mi personalmente me causaron gran impresión. Citarlas todas sería prácticamente imposible, pero si señalaré algunas de ellas: Nada mas entrar, un cuadro de Joaquín Sorolla, "Paisaje de Soria" nos da la bienvenida, otro de Pedro Machuca, "San Pedro de Osma", una "pila bautismal" en forma de cruz calada de autor anónimo posiblemente del siglo XI, un artesonado mudéjar bellísimo también de autor desconocido, un retablo de un Santiago Matamoros del siglo XV que tampoco se conoce la autoría del artista, una curiosa Virgen dando el pecho, posiblemente del siglo XIV igualmente de autor ignoto, un Cristo yacente extraordinario de Gregorio Fernández, una "Piedad" de un misterioso maestro del siglo XV y el retablo de San Nicolás o San Miguel obras de la propia Concatedral de Soria, así como un sinfín de otras muchos detalles tales como: Cálices, patenas, custodias, tallas, pinturas, cruces, relicarios, trípticos, andas procesionales y el curioso mobiliario repujado, son algunas de las importantes obras que se pueden admirar en este magnífico marco.
En el extraordinario marco de la Concatedral de San Pedro de Soria, la decimoquinta edición de las Edades del Hombre abrió sus puertas el día 12 de Mayo del actual año 2009, y las mantendrá abiertas hasta el mes de Diciembre. Esta edición se la denomina y titula muy acertadamente "Paisaje interior".
Se dice que esta puede ser la última edición de las Edades del Hombre, lo cual sería verdaderamente imperdonable. La brillante idea que un día tuvo el sacerdote D. José Velicia allá por el año 1.988 para llevar a cabo esta exposición temática sobre el arte sacro, no puede ni debe desaparecer, sería imperdonable. El que fue motor, "alma mater" y Comisario General de todas las ediciones hasta su muerte en 1.997, no nos lo perdonaría jamás. Aparte de que todavía quedan otros muchos lugares en la Comunidad Autónoma de Castilla y León, interesantes para albergar otras ediciones, (Aranda de Duero, Sahagún, Santa María de Huerta, Carrión de los Condes, Villafranca del Bierzo, etc.), también podría hacerse extensiva a otras Comunidades copiando la idea original y acercando a todo el que lo desee la posibilidad de admirar la gran cantidad de arte sacro que tenemos en España fundamentalmente en manos de la iglesia. Maestros de la pintura, de la talla, de la orfebrería, de la imaginería, del bordado con hilo de oro, de la fundición y de la construcción se deben acercar al ciudadano para que se sensibilice con estas expresiones artísticas.
Creo interesante recordar para que jamás se olviden, las ediciones anteriores a la de Soria, así como la ciudad en la que se celebró, el año y su denominación:
Edición: I. (1988/1989)
Catedral de Nuestra Señora de la Asunción. (Valladolid).
"El arte en la iglesia de Castilla y León".
Edición: II. (1990)
Catedral de Santa María. (Burgos).
"Libros y documentos de la iglesia de Castilla y León".
Edición: III. (1991)
Catedral de Santa María de Regla. (León).
"La música en la iglesia de Castilla y León".
Edición: IV. (1993/1994)
Catedral Vieja de Santa Maria y catedral Nueva de la Asunción. (Salamanca).
"El contrapunto y su morada".
Edición: V. (1995)
Catedral de Nuestra Señora. (Amberes - Bélgica).
"Flandes y Castilla y León".
Edición: VI. (1997)
Catedral de la Asunción. (El Burgo de Osma - Soria).
"La ciudad de seis pisos".
Edición: VII. (1999)
Catedral de San Antolín. (Palencia).
"Memoria y esplendores".
Edición: VIII. (2000)
Catedral de Santa María. (Astorga - León).
"Encrucijadas".
Edición: IX. (2001)
Catedral de El Salvador. (Zamora)
"Remembranza".
Edición: X. (2002)
Catedral de San Juan el Divino. (Nueva York - EE.UU.).
"Time to Hope".
Edición: XI. (2003)
Catedral de Santa María. (Segovia).
"El árbol de la vida".
Edición: XII. (2004)
Catedral de El Salvador. (Avila).
"Testigos".
Edición: Fuera del ciclo de las Edades del Hombre. (2005).
Catedral de la Almudena. (Madrid).
"Inmaculada".
Edición: XIII. (2006)
Catedral de Santa María. (Ciudad Rodrigo - Salamanca).
"Kyrios".
Edición: XIV. (2007)
Basílica de la Encina. (Ponferrada - León).
"Yo, Camino"
Edición: XV. (2009)
Concatedral de San Pedro. (Soria).
"Paisaje interior".
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Mientras quede un resquicio de sensatez y cordura en las mentes de los responsables de la cultura de este país, su obligación, y digo bien su obligación, es tomar el testigo y proseguir la iniciativa de aquellos que antes asumieron esta responsabilidad, siguiendo el camino que nos marcaron. Que no nos cuenten historias ni extrañas "milongas" diciendo que no hay dinero para estas cosas, sería una falacia, una mentira y una gran falsedad. Si hay fondos para cualquier propuesta pseudocultual de "tres al cuarto", ¿como no va haberlos para una idea tan genial, extraordinaria y brillante como las Edades del Hombre?.
Me desgañito y se me retuerce hasta el alma solo en pensar que con la edición de Soria se acaben para siempre las Edades del Hombre. No lo entiendo, por mas que lo intento no llego a comprender que algo tan serio y tan relevante como esta idea, que tomó forma hace ahora veintiún años, se deje de celebrar por falta de presupuesto o que nos digan que no hay personas capaces de poner en marcha toda la complejidad que este tipo de eventos conlleva. ¡No puedo creerlo, me parece imposible!. ¿Como no va haber gente capacitada y suficientemente profesional para organizar, controlar y hacer que funcionen estas actividades?.
Reconozco que soy un verdadero "forofo" de esta clase de acontecimientos y exposiciones, pero también es bien cierto que en todas las ediciones que he visitado, que han sido concretamente trece, he visto personas que en un principio no parecían estar muy interesadas, pero a medida que iban avanzando y escuchando a los guías o a meros acompañantes que les explicaban con mas o menos profundidad lo que allí se exponía, su semblante se iba transformando y se les veía con verdadero interés seguir los comentarios y explicaciones de los expertos.
¡¡Por favor, seamos de una vez por todas un país serio y no tiremos por la borda algo tan importante como las Edades del Hombre!; algo que ha costado tantos años y tantos desvelos su implantación, y que por su enorme categoría ha trascendido allende nuestras fronteras como uno de los más importantes motivos turísticos y culturales, que nos ha traído millones de visitantes, y que ahora tenga que desaparecer por falta de previsión y de solvencia!!. ¡Que barbaridad!.
No quiero caer en "chauvinismo", pero este tipo de exposiciones ningún otro país podría llevarlas a cabo, precisamente por que no tienen ni la cantidad ni la calidad de arte sacro tan variado como el que atesoramos en España, si lo tuvieran ¿creen que no hubiesen copiado ya la idea?, seguro que si, por eso tenemos que aprovechar esta oportunidad única de ir por delante de los demás y no perder como en otras muchas ocasiones el tren de la historia.
Bueno vayamos a la cuestión de nuestra visita, que es lo que me motivó a escribir estas páginas, después eso si de haber reiterado por activa y por pasiva mi súplica y mi angustioso llamamiento a quien proceda para que sigamos disfrutando los años venideros de nuevas ediciones de esta magna exposición itinerante de arte sacro, que acertadamente su promotor inicial tuvo la visión de denominar como las Edades del Hombre.
Mis amigos Marta y Ramón, mi esposa María Teresa y yo, decidimos visitar la decimoquinta edición de las Edades del Hombre en Soria el sábado día 20 de Junio del 2009.
Llegamos a Soria sobre las 11,30 de la mañana, aparcamos en el centro de la ciudad con el fin de pasearla y pisar esas venerables piedras que anteriormente hollaron Gustavo Adolfo Bécquer, Antonio Machado, Gerardo Diego y otros muchos insignes personajes que transmitieron sus pensamientos con la palabra y que también un día plasmaron con sus plumas en blanco papel las más bellas rimas poéticas que el hombre haya podido componer, como si de una sinfonía musical se tratara.
Callejeando por calles peatonales celosamente cuidadas llegamos a la Concatedral de San Pedro, joya de la arquitectura románica y con verdadera avidez entramos a visitar y observar en detalle todo aquello que consideramos de interés en esta edición titulada "Paisaje interior". Mas de dos horas y media duró la visita y al final el cansancio y el apetito empiezan aparecer y hacer mella en mis acompañantes. Procuro escabullirme entre las distintas salas cargadas de arte tratando de alargar la visita un poco mas, al final no me queda mas remedio que ceder ante la presión de la mayoría y damos por finalizada la visita.
No quiero dejar pasar esta ocasión sin reseñar algunas de las obras que a mi personalmente me causaron gran impresión. Citarlas todas sería prácticamente imposible, pero si señalaré algunas de ellas: Nada mas entrar, un cuadro de Joaquín Sorolla, "Paisaje de Soria" nos da la bienvenida, otro de Pedro Machuca, "San Pedro de Osma", una "pila bautismal" en forma de cruz calada de autor anónimo posiblemente del siglo XI, un artesonado mudéjar bellísimo también de autor desconocido, un retablo de un Santiago Matamoros del siglo XV que tampoco se conoce la autoría del artista, una curiosa Virgen dando el pecho, posiblemente del siglo XIV igualmente de autor ignoto, un Cristo yacente extraordinario de Gregorio Fernández, una "Piedad" de un misterioso maestro del siglo XV y el retablo de San Nicolás o San Miguel obras de la propia Concatedral de Soria, así como un sinfín de otras muchos detalles tales como: Cálices, patenas, custodias, tallas, pinturas, cruces, relicarios, trípticos, andas procesionales y el curioso mobiliario repujado, son algunas de las importantes obras que se pueden admirar en este magnífico marco.
Casi a empujones me tuvieron que sacar de allí mis amigos y mi mujer, tachándome incluso de "pesado"; en parte tenían razón, reconozco mi entusiásmo a veces enfermizo ante estas cosas que a mi personalmente me resultan maravillosas, sin reparar que a veces las ilusiones y los gustos de uno mismo no son compartidos con el mismo énfasis por los demás.
El restaurante Mesón Castellano situado en la Plaza Mayor, hizo gala de su merecida fama y nos dispuso un suculento y opíparo almuerzo regado con un excelente vino de Ribera del Duero, que por aquello de hacer honor a este literario río del que los muchos poetas que por aquí pasaron fueron dejando constancia de su fuente de inspiración, pusimos fin a esta inolvidable velada culinaria.
Antes de abandonar Soria, es imprescindible ver tres monumentos emblemáticos, y que lógicamente visitamos: El Monasterio de San Juan del Duero, obra maestra de la arquitectura soriana.
El restaurante Mesón Castellano situado en la Plaza Mayor, hizo gala de su merecida fama y nos dispuso un suculento y opíparo almuerzo regado con un excelente vino de Ribera del Duero, que por aquello de hacer honor a este literario río del que los muchos poetas que por aquí pasaron fueron dejando constancia de su fuente de inspiración, pusimos fin a esta inolvidable velada culinaria.
Antes de abandonar Soria, es imprescindible ver tres monumentos emblemáticos, y que lógicamente visitamos: El Monasterio de San Juan del Duero, obra maestra de la arquitectura soriana.
El Claustro de estilo románico puro y románico de transición con notables influencias del arte musulmán, del cual es imposible de hacer una descripción total de su belleza sin par, hay que verlo y quedarse embelesado durante un buen rato disfrutando de la arquería de arcos entrecruzados y la de arcos túmidos en forma de herradura apuntada, que enmarcan el claustro al aire libre y que un día formaron parte de un importante monasterio templario y hospitalario.
La iglesia de estilo románico con dos baldaquinos en su interior, el de la Epístola y el del Evangelio, con unos capiteles historiados y una talla tal perfección que difícilmente se pueden encontrar en lugar alguno.
La iglesia de Santo Domingo de estilo románico, que sufrió en su interior las influencias del Renacimiento tardío del siglo XVI, pero su fachada es de una belleza inusitada en la que cabe destacar los dieciséis arquillos ciegos, ocho a cada lado de la portada en dos alturas y un rosetón románico central en la parte superior dividido en ocho partes con sus cristaleras correspondientes. Pero lo mas valioso en mi opinión es la parte central con la puerta de acceso al templo, con cuatro arquivoltas y sus dovelas talladas extraordinariamente, en una de ellas se ven los 24 Ancianos del Apocalipsis, en otra los Santos Inocentes y Herodes, en otra acontecimientos evangélicos y en la otra la Pasión y Resurrección de Cristo.
En el tímpano sobre la portada, un Pantocrátor con el Padre que tiene a Cristo sentado sobre sus rodillas, ambos en posición mayestática dentro de una mandorla y acompañados de cuatro ángeles y de la Virgen y San José.
La ermita-cenobio de San Saturio, patrono de Soria, con una iglesia de base octogonal con cúpula de ocho elementos y linterna, construida por los Templarios a orillas del río Duero, en un paraje realmente paradisíaco. Merece la pena acercarse hasta este bello lugar.
El día ha sido agotador, una sola jornada para ver tantas cosas es un poco atropellado y agobiante, pero como dice el refrán "sarna con gusto no pica", y lo cierto es que del cansancio se recupera uno con unas horas de descanso, pero lo que si hubiese sido irrecuperable es haber estado en esta bendita Soria, a la que tantos y tantos poetas cantaron y no haber disfrutado de todas las maravillas que nos ofrece en cada uno de los rincones, eso si que sería imperdonable.
Cae el sol y la mortecina tarde invita a un tranquilo paseo. Nosotros volvemos a la vorágine de la Villa y Corte, la paz queda atrás, Soria nos la ha ofrecido generosamente durante unas horas inolvidables.
Dejamos atrás esta ciudad que te prende cuando la visitas, donde el arte te embriaga en cada esquina y el cariño de sus gentes abiertas y generosas te cala en lo más profundo del corazón. Hasta siempre Soria, hasta siempre.
Por: LUIS YAÑEZ ABELAIRA
1 comentario:
Como soriano que soy y nada chauvinista, esta reseña canta las maravillas de mi ciudad. Gracias por el cariño que demuestras hacia todo lo soriano. José Luís.
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